El sector empresarial posee un nuevo panorama a raíz de la reforma tributaria presentada por el presidente Norteamericano Donald Trump, donde las empresas gozarán de una reducción de impuesto de 35% a 21%, lo que hace del suelo americano un lugar atractivo para continuar con las inversiones extranjeras a nivel nacional. Esta resolución plantea apremiar el aumento del PIB en un 2,86% en 10 años, al igual que se estima se generarán 339.000 nuevos empleos en este mismo lapso y de manera inmediata los salarios podrían verse con un incremento del 1,5%.
La reforma tributaria propone duplicar la deducción de impuesto habitual y simplificar el sistema tributario. De este modo, las empresas podrán cancelar inmediatamente sus gastos de capital durante al menos 5 años. Se eliminarán impuesto de las sucesiones y se ampliarán las deducciones básicas de USD 12.000 dólares.
Reforma Fiscal de EE. UU. en Latinoamérica
Este proyecto ha desarrollado grandes hipótesis de cómo podría afectar o beneficiar a Latinoamérica. Las naciones hispanas que poseen Tratados Libres de Comercio y Zonas Económicas Especiales se ven directamente involucradas, debido a que EE. UU. es el mayor socio comercial de la región. Sin embargo, La situación real afecta a todas las empresas latinas del sector comercial, colocándolas en desventaja al tener impuestos menores o parecidos a los que se podría tener en las Zonas Francas, pero con todas las facilidades y con toda la infraestructura de un país de primer mundo.
El dinamismo de las ZF y ZEE de América Latina se fundamenta en el diferencial de costos de producción, impuestos de renta y de importación frente a los EE. UU. y el Sudeste Asiático. Sin la combinación de estos 3 efectos no se podría entender el éxito de los Parques Industriales, Zonas Francas y Zonas Económicas Especiales de América Latina.
El abogado tributarista Martín Ibarra, presidente de Araujo Ibarra, sostiene que más que la reforma fiscal, impacta es el nuevo entorno. Se debe analizar con agudeza que la estrategia del presidente Trump es dual. Por un lado, baja impuestos a corporaciones, y por otro sube aranceles y restricciones al comercio, no se puede manejar una sin la otra.
Bajo estas condiciones, según el abogado, las Zonas Francas de Latinoamérica, que están cercanas a ser 400, se convierten prácticamente en el único espacio competitivo o que se asemeja en incentivos a la nueva dinámica de EE. UU. para los negocios. A pesar de esa ventaja, esto no es lo único que sopesan los inversionistas a la hora de inyectar capital.
Las Zonas Francas son el epicentro del comercio en muchos países latinos. Mantener estos espacios bajo un perfil exitoso con beneficios tributarios hará que las inversionistas se mantengan fieles a estos terrenos.
Competitividad de LATAM
Los Tratados Libres de Comercios de la mayoría de los países Latinoamericanos tienen una ventaja frente a la reforma. Según el asesor económico del presidente americano; Peter Navarro, profesor de la Universidad de California, su teoría de La Balanza Comercial explica que los tratados de libre comercio que traen superávit para EE. UU, son favorables, mientras que los que aportan un déficit, se califican como contraproducentes. Tal es el caso de México y Honduras.
A continuación, se presenta un cuadro alusivo a la teoría de la Balanza Comercial:
PAÍS | BALANZA COMERCIAL DE EE. UU. (USD MILLONES) |
México | $ -67.059 |
Honduras | -40 |
El Salvador | 35 |
Costa Rica | 1.293 |
Perú | 1.404 |
Guatemala | 1.561 |
Colombia | 1.592 |
República Dominicana | 2.966 |
Chile | 3.371 |
La competitividad comercial requiere mejoras internas
Las zonas francas y las zonas económicas especiales tienen varias tareas para fomentar la competitividad en estas nuevas condiciones comerciales para atraer y retener hoy las inversiones que han venido cosechando durante décadas. Según la directora ejecutiva de AmCham, María Claudia Lacouture, es prioritario “analizar cómo se puede complementar la propuesta fiscal norteamericana, con los incentivos que cada una ofrece, para generar cadenas regionales y hemisféricas de valor, en especial utilizando los acuerdos de libre comercio que hoy EE. UU. tiene con 11 países de América Latina”.
Las exportaciones de los países latinos han disminuido su porcentaje según las siguientes cifras:
PAÍS | EE. UU. como destino de exportaciones % |
México | 81 |
República Dominicana | 52 |
El Salvador | 48 |
Honduras | 44 |
Costa Rica | 41 |
Guatemala | 34 |
Colombia | 33 |
Ecuador | 32 |
Panamá | 31 |
Perú | 17 |
Chile | 14 |
Brasil | 13 |
Argentina | 8 |
Uruguay | 6 |
Por otro lado, una nación que se muestra optimista frente este panorama es Panamá que gracias a su ubicación geográfica y fuerte conectividad con el continente americano es el anfitrión para el encuentro de las principales rutas de tráfico mundial.
Panamá se presenta como líder en América Central y obtiene el puesto número 50 en el índice de conectividad por encima de países como México (51), Colombia (66), Perú (72), Uruguay (73) y Brazil (80).
La ampliación del Canal de Panamá, el Aeropuerto Internacional Tocumen, y su consolidación como "Hub de las Américas" son solo algunas de las muchas razones por las que este país se vuelve sumamente atractivo para establecer cualquier economía con miras a la conectividad mundial, siendo un rival potencial para EE.UU en cuanto a las comodidades y estructuras del primer mundo, sin pasar por alto, los grandes beneficios fiscales de todas las Zonas Francas que hacen vida en el territorio que contraataca los planes de su vecino americano.
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